Los perros rescatistas son entrenados para ayudar en situaciones de búsqueda y rescate en desastres naturales, accidentes u otras emergencias. Estos perros poseen habilidades y características específicas que los hacen ideales para trabajar en entornos peligrosos y difíciles.

Algunas de las razas más comunes son Labrador Retriever, Pastor Alemán, Golden Retriever, Border Collie, y Belgian Malinois. Estos suelen ser seleccionadas por su inteligencia, agilidad, fuerza y capacidad olfativa.

Los perros rescatistas pasan por un riguroso proceso de entrenamiento que puede durar varios meses o incluso años. Se les enseña a responder a comandos específicos y a trabajar en diversas situaciones, como búsqueda de personas atrapadas bajo escombros, localización de víctimas en el agua, y detección de olores específicos, como el de una persona viva o fallecida.

Pueden detectar olores a distancias y profundidades que los humanos no pueden. Esto los hace valiosos en la localización de personas atrapadas bajo los escombros o enterradas.

Son capaces de trabajar en condiciones difíciles y a menudo peligrosas. Por lo tanto, necesitan ser resistentes y ágiles para moverse entre escombros y terrenos accidentados.

Los perros rescatistas desarrollan un fuerte vínculo con sus entrenadores y personas responsables de ellos. La confianza mutua es crucial, ya que el perro debe confiar en las indicaciones del entrenador para llevar a cabo tareas específicas.

Tienen su etapa de retiro también, que no significa que su vida activa y su propósito hayan terminado. Muchas veces, los perros retirados pueden vivir con sus entrenadores o adoptantes y disfrutar de una vida tranquila y amorosa en un hogar familiar. Además, algunos perros retirados, participan en terapias asistidas u otras actividades beneficiosas para la comunidad.

Que nuestros peluditos socialicen es de las cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de decidir traerle como nuevo miembro de la familia. Tenerlos encerrados, sin conocer otra gente y/o animales, puede tener consecuencias muy graves, como las que hemos visto en noticias, donde atacan a otras personas o animales.

Que un perro ataque de esta forma, no es su culpa, es responsabilidad de la persona que le cuida y cómo lo hace.

Así que hoy nos dimos a la tarea de enumerarte unas cuantas razones, de la importancia en la socialización.

Desarrollo de habilidades sociales: La socialización temprana y continua permite que aprendan a interactuar con otros animales y personas. Esto les ayuda a desarrollar habilidades de comunicación y a comprender las señales sociales, lo que puede prevenir conflictos en situaciones futuras.

Prevención de problemas de comportamiento: Los perros que no están socializados, pueden desarrollar problemas de comportamiento, como agresión, ansiedad y miedo. La exposición temprana a diferentes estímulos y situaciones ayuda a los perros a desarrollar confianza y a sentirse cómodos en diversos entornos, lo que disminuye la probabilidad de problemas de comportamiento. Los perros que están acostumbrados a interactuar con diferentes personas y animales son menos propensos a reaccionar de manera agresiva ante lo desconocido.

Reducción del miedo y la ansiedad: Los perros socializados tienen más probabilidades de enfrentar nuevas experiencias con confianza en lugar de miedo. La exposición a diferentes sonidos, olores, personas y lugares desde una edad temprana puede ayudar a reducir su sensibilidad a situaciones estresantes.

Estas son solo tres razones, las que consideramos más importantes… pero no queremos dejar pasar otra que, desde nuestra experiencia, es la que se lleva todos los premios: LA FELICIDAD!

Cuando llegamos a un parque y vemos como los perritos entran, se huelen y empiezan a correr y jugar, es cuando nos damos cuenta que, están “en su charco”, definitivamente necesitan ese espacio para ser animales, jugar como animales y disfrutar siéndolo.

Permítanles tener esa experiencia diaria; para ellos es felicidad absoluta y para nosotras las personas, es dopamina para el alma!